Panamá es definitivamente, frente a otros países, una opción prioritaria para quien pretenda obtener excelentes resultados sobre su inversión.
Se podría decir que su secreto es la posibilidad de acceder a la mayoría de los proyectos inmobiliarios con un abono inicial porcentualmente bajo y a largo plazo, que le permite pagar cómodas cuotas mientras obtiene a cambio el beneficio de la valorización total de la propiedad, en un país con crecimiento económico exponencial. El hecho de que Panamá quiera atraer el turismo, el comercio y la inversión internacional ofreciendo facilidades para el asentamiento de empresas multinacionales y bancos con cubrimiento mundial genera no sólo un alto nivel de migración profesional y familiar extranjera, sino un crecimiento de la demanda inmobiliaria que atienden los grandes desarrolladores panameños reconocidos por su excelente calidad, no sólo en la construcción de los rascacielos que marcan el nuevo sky-line de la ciudad, sino en la innnovación de lujosos proyectos con entornos naturales y de playa ubicados alrededor de la Ciudad de Panamá y al oeste del país.
La calidad de la oferta es inigualable, porque se trata de proyectos con cuota inicial del 30% para pagar en dos o tres años, con valorización anual histórica del precio total de la propiedad cercana al 5%. Es decir, que unidades residenciales con valor aproximado a USD$ 270.000, permiten que el inversionista pueda abonar a lo largo de tres años USD$ 81.000 (Aproximadamente 320 millones de pesos) y beneficiarse de una valorización anual cercana a USD$ 13.000, que en tres años alcanza a ser de USD$ 39.000 frente a los USD$ 81.000 invertidos (48%). A esto se añade que la estimación de venta total del proyecto se cumple durante el período de construcción, lo que puede generar que al momento de la entrega o cesión de derechos se pueda incrementar la demanda y con ello el precio final.
En conclusión, la inversión más conveniente en Panamá es aquel proyecto de valor total mayor dentro de las posibilidades del inversionista, siempre que ello se ajuste a ubicación y calidades que generen alta valorización, con el más bajo porcentaje de cuota inicial y el tiempo de construcción a más largo plazo. De esta manera se puede percibir un mayor beneficio sobre la propiedad al momento de venderla o ceder los derechos sobre ella. Y si a esto se añade que la propiedad sea una unidad residencial amoblada y con licencia para rentas cortas, el éxito de la inversión está asegurado.